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La expresividad del rostro humano es un universo de información que las modernas tecnologías son capaces de traducir en datos. Solo queda preguntarse sobre las modalidades de uso de estas herramientas en el comercio, la seguridad y el entretenimiento del público.
Era inminente, pero con los últimos avances, el Reconocimiento Facial está realmente listo para entrar en la cotidianidad de las personas. No es casualidad que las grandes empresas tecnológicas quieran introducir sistemas de este tipo en dispositivos como los teléfonos móviles, para empezar a hacer del Reconocimiento Facial una herramienta de uso común, inmediatamente utilizable y de alguna manera familiar.
A este impulso marcadamente consumidor, se asocia el trabajo por parte de los proveedores de tecnología para el Retail, la seguridad, los sistemas de pago y los servicios públicos. Se ha enfocado en la mejora de las imágenes capturadas por las cámaras, para garantizar una lectura e identificación de los sujetos con una precisión cercana al 100%. De una impresión facial perfecta, se pasa a la traducción de los datos y a la comunicación con sistemas avanzados, capaces de analizar las expresiones de los individuos, porque la intención es ir más allá de la mera identificación, apuntando a interceptar necesidades, sensaciones y posibles reacciones de las personas, sometidas a un estímulo/producto/contenido.
Por eso las aplicaciones del Reconocimiento Facial van mucho más allá de la mera Seguridad, vistas las enormes potencialidades desde el punto de vista del Retail. La perfilación de los visitantes presentes en la tienda permite un conocimiento más profundo de los clientes, lo que lleva a un ajuste de la oferta y la comunicación en la tienda, cada vez más contextual y a medida del cliente (hemos hablado aquí).
Con la entrada de esta tecnología en los hábitos cotidianos de los usuarios, el Reconocimiento Facial entrará en la categoría de herramientas populares, mainstream. Esto hace pensar que ya en 2018 las marcas tendrán que enfrentarse a competidores que adopten sistemas avanzados de reconocimiento para potenciar su oferta. Por otro lado, los consumidores comenzarán a "divertirse" con el reconocimiento facial, propuesto en soluciones relacionadas con el entretenimiento, el pago inteligente y la seguridad, experimentando su eficacia.
En resumen, una confirmación adicional de que el futuro es ahora y el próximo año parece tener todas las cartas en regla para cambiar de manera clara (y para mejor) el mercado y los hábitos de las personas.
